BALSA II, ‘almadía’, voz prerromana, común al español y al portugués, quizá idéntica a la anterior.

1.ª doc.: fin S. XIII (Gral. Estoria de Alfonso X).

También en las Memorias de Fernando IV (DHist.); otro ej. medieval español citado por Du C.; APal., 437d; h. 1514, Woodbr. Dada su existencia en la Edad Media, queda descartado el origen haitiano que habían admitido Humboldt, Voyage aux Régions Équinoxiales du N. Continent, p. 338n. 2, y Cabrera, s. v. Aunque los historiadores de Indias apliquen el vocablo a las balsas de los indios (ejs. en Zaccaria, s. v.) esto no indica procedencia americana, vid. Friederici, Am. Wb. 72-73. En portugués, además de la ac. castellana, está la de ‘matorral’, ‘espinar’, «tapume de ramos ou silvas»1, que pudo dar nacimiento a la anterior pasándose de ‘tejido de arbustos’ a ‘trabazón de maderos’, especialmente si tenemos en cuenta que las balsas se hacen muchas veces con barcas unidas por zarzos, como atestigua Azara (DHist. n.° 2). Por otra parte balsa fué antiguamente en el idioma vecino ‘matorral pantanoso’ («logar apaulado, coberto de matagaes, charcos ou lagoas» Viterbo, «silvado ou mata em apaulado, cerrada de matagaes e emmaranhada» Moraes), lo que muestra cómo pudo BALSA II derivar de BALSA I. Otra posible conexión semántica entre las dos palabras la indicarían el azor. balça ‘vasija de madera para conservar carnes’ (RL V, 217) y alent. balsa ‘jaula para llevar el hurón a la caza’ (RL IV, 242): entonces se habría pasado de ‘estanque’ a ‘recipiente’ y de éste a ‘embarcación’2. Comp. ZARZA.

1 Convendría averiguar bien si balsa ‘matorral’ tiene s o ç en la zona portuguesa del Norte. Viterbo y Moraes adoptan la primera ortografía, pero Fig. la segunda. Efectivamente puede sospecharse que este balsa sea lo mismo que el cat. occid. barsa ‘zarza’, arag. barzazarza, barzal ‘terreno cubierto de zarzas y maleza’. Este último existe en América (Cuervo, Ap., § 877) y es frecuente en los cronistas de Indias (ejs. desde 1540, citados por Friederici, Hilfswb. y Am. Wb. 73, con la definición «sitio pantanoso con alguna maleza»); es verdad que en éstos figura balsar o balsal, mas puede tratarse de casos tempranos de seseo americano y es sabido que r y l implosivas se confunden en buena parte del Nuevo Mundo; Navarro Tomás (El Esp. en P. R., 206n.) cita balsares ‘campos de agua y lodo’ en doc. portorriqueño de 1582; hoy en la Argentina tenemos balsa ‘especie de rastra’ (Dornheim, AILC III, 45). A su vez el cat. barsa nos lleva a esbarzer ‘zarza’, que con su z sonora indica otro camino. Hay un entrelazamiento complicado de varias raíces diferentes. Bouda, Euskera I, 125, observa que el vasco abarzama ‘fajina de leña’ no puede descomponerse en abarza-ma, como hace Hubschmid, sino en abar-zama (de abar ‘rama’), luego nada tiene que ver con barza ‘zarza’.―

2 Pero observemos que el cambio de ‘vasija’ en ‘barco’, producido en bajel y en tantos otros casos, se comprende menos bien tratándose de una embarcación plana, como la balsa.